lunes, 28 de julio de 2008

Creel, Chihuahua; Pueblo Mágico


De varias maneras me llegó la posibilidad de adentrarme en una cultura admirable. La cultura tarahumara.
Dios me dio la oportunidad de conocer a un sacerdote jesuita que dedicó su apostolado evangelizando y que ahí, en la Sierra Tarahumara, en un fatal accidente aéreo, encontró al Jesucristo que siempre proclamó. Juan Manuel Villalobos fue un misionero que entregó cuerpo y alma a los indios tarahumara. Descanse en Paz.

Asimismo, de niño, durante mis vacaciones de verano, conocí y conviví con tarahumaras cuando tuve la posibilidad de visitar a una de mis hermanas que vivió en los límites de Chihuahua y Sinaloa, muy cerca de las márgenes del Rio Fuerte. Pasar mis vacaciones en esos parajes rodeados de verdes montes, de riachuelos y de una fauna desconocida por mí fue una gran experiencia de vida.

Por todo lo anterior, hoy quiero compartirles el perfil de Creel, Pueblo Mágico de Chihuahua.
Creel es la puerta a dos parajes de maravilla: el mágico mundo de los tarahumaras y las portentosas Barrancas del Cobre. Todo lo que se le puede pedir a la Sierra Madre Occidental se encuentra aquí: enormes formaciones rocosas, románticos lagos, bosques interminables y cascadas de ensueño, que vistas desde lo alto son un poema a la naturaleza.

Llamado originalmente Rochivo por los rarámuri, se ubica a 247 kilómetros al sureste de la ciudad de Chihuahua, sobre las partes altas de la Sierra Madre Occidental, conocida como Sierra Tarahumara. En 1907, al ser inaugurada la estación del tren, se le dio su actual nombre, en honor al famoso gobernador local Enrique Creel. Al paso de las décadas, este ganó importancia por su industria maderera y como nudo de comunicaciones de la sierra. Los viajeros descubrieron poco a poco los múltiples atractivos naturales que lo rodean. Hoy es un punto imprescindible de todo viaje al Estado Grande.

Lo más notable de este agradable pueblo maderero está en la Plaza de Armas y sus alrededores inmediatos. En medio de la explanada arbolada hay un sencillo quiosco y un monumento a Enrique Creel. En la esquina noreste de la plaza se levanta la Iglesia de Cristo Rey de estilo neogótico y junto a ella, el Templo de Nuestra Señora de Lourdes, ambas construcciones muy austeras del siglo XX. En el costado poniente de la plaza no hay que perderse la Casa y Museo de las Artesanías, dedicado a los rarámuri. Además de un interesante acervo de piezas históricas, utensilios de uso cotidiano y fotografías; su tienda ofrece una gran variedad de artesanías. Hacia el poniente del pueblo, hay un mirador natural en lo alto de una colina, donde se encuentra un Monumento a Cristo Rey, una imagen de ocho metros de altura de Jesucristo con los brazos abiertos, que ya es una figura emblemática de Creel.

A escasos kilómetros al sureste del centro de Creel está San Ignacio Arareco. Si no se ven casas alrededor es porque sus habitantes tarahumaras viven dispersos en el bosque circundante. Ahí vale la pena observar su vieja iglesia de piedra, la misión, que es el centro de reunión de la comunidad y donde realizan sus celebraciones ancestrales. Hay varios parajes con grandes rocas a las que la erosión les ha dado formas muy caprichosas. Todas ellas muy parecidas al tesoro natural que tiene Sombrerete; Sierra de Órganos. Está el Valle de Los Hongos, el Valle de Las Ranas y, el más famoso de todos, el Valle de los Monjes, a veces llamado "Valle de los Dioses". Ahí se yerguen gigantescas peñas verticales, algunas de las cuales superan los 50 metros de altura.

Un par de kilómetros más allá se encuentra el Lago de Arareco, un bellísimo cuerpo de agua en forma de herradura, con 40 hectáreas de superficie y rodeado de un sereno bosque de pinos. Este lugar cuenta con algunas cabañas campestres de alquiler.
La artesanía más tradicional de los rarámuri es la cestería, en especial los wares, que son canastas tejidas con palmillas. Pero en fechas recientes, han incursionado con gran maestría en productos de madera tallada, objetos decorativos y muebles; objetos de barro y artículos de lana. Asesorados por escuelas italianas, también comienzan a fabricar violines de una calidad extraordinaria.

La comida tradicional serrana destaca por sus productos deshidratados como la carne seca y los chiles secos. Ambos son ingredientes esenciales de uno de los platillos más típicos de la región: el delicioso caldillo de carne seca, fácil de encontrar en Creel, sabe mejor si lo acompaña con tortillas azules, del maíz que se da en la sierra. Ricos platillos se preparan con mariscos frescos, todos los días los trae el ferrocarril recién extraídos de la bahía de Topolobampo en Sinaloa.

Creel es puerta de entrada a las Barrancas del Cobre, ahí, puede contratar diversos tipos de excursiones que le permitan acercarse a ellas y ver su magnificencia. Desde ahí hay también transporte público a puntos como Batopilas, un viejo pueblo minero en el fondo de las barrancas. Una manera cómoda y espectacular de ver las barrancas es, por supuesto, desde el ferrocarril Chihuahua al Pacífico, El Chepe. La estación Divisadero, cuyo nombre hace honor a la vista que desde ahí se tiene, está a sólo hora y media de distancia. Aunque, claro, no faltan panorámicas maravillosas en el resto del trayecto hasta Los Mochis, Sinaloa.

De Creel puede llegar a Recowata, localizado 15 kilómetros al sur, donde hay un maravilloso manantial de aguas termales. Requiere un día para ser disfrutado y si prefiere puede acampar junto al manantial y admirar el paisaje en medio de la barranca. Otro sitio de fácil acceso es Cusárare, a 21 kilómetros al sureste de Creel, ahí puede visitar la misión Los Santos Cinco Señores de Cusárare construida en 1733 por los jesuitas, en su interior apreciará interesantes diseños tarahumaras. A unos pasos se encuentra el sorprendente Museo Loyola, con una excelente colección de arte sacro virreinal de la región serrana. A unos kilómetros, está la cascada de Cusárare, de 30 metros de altura, rodeada de un hermoso bosque. Entre julio y diciembre, las lluvias la hacen especialmente bonita. Otro lugar extraordinariamente bello y no muy lejano a Creel es la Cascada de Basaseachi, situada a 140 kilómetros al noroeste por carretera pavimentada.

Como usted verá amable lector, la competencia está dura; en Sombrerete tenemos que encontrar aquellos atractivos que nos permitan ofrecer algo más que otros Pueblos Mágicos.

Yo escribo y usted me lee; gracias por eso.
Alonso Salas Ochoa.

lunes, 7 de julio de 2008

Villa de Santiago, N.L - Pueblo Mágico


Hace algunos años cuando trabajaba como responsable de capacitación, el mero jefazo de la empresa, so pretexto de realizar un taller de planeación con el primer nivel (los meros picudos) de la organización me solicitó un lugar alejado del bullicio y de la falsa sociedad pero que tuviera todos los servicios necesarios de hospedaje, alimentación, aulas, teléfono, diversión, etc.

En aquellas fechas en Coahuila no encontré nada que cubriera estos requisitos y después de buscar un rato por los estados aledaños, encontré Bahía Escondida. Un verdadero paraíso en las montañas que vigilan a la ciudad de Monterrey. Con este descubrimiento de pasó me encontré un Pueblo Mágico que verdaderamente se disfruta. Villa de Santiago, N.L. Ahora le cuento.

Asentado en las Cumbres de Monterrey, es un paraíso natural rodeado de cascadas, montañas, bosques, presas y cañones. Poblado encantador que en sus calles y viejas casonas refleja su belleza colonial. Su esplendor natural lo ha convertido en destino preferido para los amantes de los deportes extremos a la que llaman capital nacional del cañonismo.

El bonito pueblo virreinal de la Villa de Santiago ha sido desde hace décadas el escape tradicional de fin de semana de los regiomontanos. Y con toda razón, además de cercano, a sólo 33 km de la Macroplaza, siempre tiene algo para todos los gustos. Desde tranquilos rincones para relajarse y descansar, hasta actividades de aventura para dejar correr torrentes de adrenalina, pasando por espacios recreativos familiares y mil parajes naturales de belleza excepcional.

El centro, con sus calles empedradas y sus viejas casonas es uno de los espacios urbanos más bonitos del noreste de México. Sobran pretextos para caminarlo, lo primero por conocer es la Parroquia de Santiago Apóstol, ubicada frente a la plaza principal. Esta iglesia, terminada en 1854, tiene una portada de gusto barroco, un atrio con grandes escaleras y dos torres de desigual tamaño. En conjunto es una linda iglesia. A su izquierda, se encuentra el viejo Palacio Municipal que en 2007 fue acondicionado y reinaugurado como Museo de Historia de Santiago. Vale la pena echarle un vistazo a su acervo de monedas, vestidos, maquinaria, utensilios de cocina y otras piezas históricas que transportan al pasado.

Una cuadra atrás de la iglesia hay un mirador con una magnífica vista del valle donde se extiende la presa de la Boca. Frente a la iglesia, pero al otro lado de la plaza, está la Casa de la Cultura, que siempre tiene exposiciones temporales de arte. En la plaza y calles aledañas, el viajero encontrará hoteles, restaurantes, galerías de arte y tiendas de objetos decorativos, algunos de los cuales ocupan grandes casonas decimonónicas o de principios del siglo XX.

Muy cerca del centro de Santiago, al oriente de la carretera se encuentra la Presa de la Boca rodeada de grandes montañas. Fue construida en los años sesenta para garantizar el abasto de agua a Monterrey. En sus riberas hay infinidad de restaurantes, hoteles (aquí es donde está Bahía Escondida, hotel de extraordinaria funcionalidad y excelentes servicios) y embarcaderos. Se pueden tomar los paseos en catamarán para recorrer las tranquilas aguas de la presa, acompañados de música y bebida.

Al oriente de esta presa, por un ramal de unos 5 kilómetros que parte desde Cavazos, en lo alto de un cerro, se localiza una mina de barita hoy abandonada. Se le conoce como la Cueva de los Murciélagos o de Agapito Treviño, pues se dice que ahí escondió alguno de sus tesoros. Al caer el sol, salen de su enorme boca gigantescas nubes oscuras de murciélagos en busca de su alimento nocturno. Hay inclusive una pequeña plataforma junto a la carretera que funciona como mirador y es el mejor punto para observar este fenómeno.

Hay muchos restaurantes que ofrecen muy buena comida regional, donde se saborean platillos típicos como la carne asada, el "machacado", carne seca y desmenuzada que en otras partes de México se conoce como machaca con huevo, y el menudo. El platillo clásico de Santiago que nadie debe perderse es el asado de puerco, carne de cerdo guisada con salsa de chile rojo; normalmente va acompañado de arroz y frijoles "envenenados", fritos en la manteca del mismo cerdo que son una delicia.

Hay múltiples tiendas-talleres de muebles rústicos: comedores, bases de cama, armarios y mecedoras, en el poblado de Cavazos. También tiendas de artesanía en cantera: fuentes, imágenes de la Virgen y otras piezas con este material.

A 9 km al sur de Santiago está una joya natural, emblemática de Nuevo León, la Cascada Cola de Caballo. Esta preciosa cascada mide 25 metros de altura, en su sección principal se puede visitar todos los días del año. Junto a ella está el Hotel Hacienda Cola de Caballo que, entre otros servicios, cuenta con un mirador desde donde se practica el salto bungee. Por el mismo camino que lleva a la cascada se accede a múltiples rincones serranos con bosques de increíble belleza, como Puerto Gringo con un mirador espectacular, y el área de cabañas de alquiler de Ciénaga de González. Conforme uno se interna a la Sierra Madre Oriental, se aprecian lugares ideales para escalada en roca, rappel, espeleísmo (exploración de cavernas) y cañonismo. Con distinta longitud y grado de dificultad están los cañones de El Salto, El Laberinto, Hidrofobia, Chipitín, y el famoso Cañón de Matacanes, que es el que guarda las mayores bellezas por su gran diversidad, además el cañón tiene dos cuevas subacuáticas, rápeles, toboganes y saltos.

Finalmente le preguntó… ¿podremos los Sombreretenses hacer de nuestro pueblo un lugar para que los habitantes de Zacatecas capital o de Durango capital lo consideren su sitio de escape preferido?...sigo preguntando…¿nuestra Sierra de Órganos no tendrá lo necesario para que la gente practique la escalada en roca, el rappel, el espeleísmo o el campismo?

Yo escribo y usted me lee; gracias por eso.
Alonso Salas Ochoa.