miércoles, 20 de agosto de 2008

Tequila, Jal. Pueblo Mágico


Nomás de oír nombrar este pueblo se me hace agua la boca. Por algo se ha convertido en un elemento nacional con el que mundialmente se identifica a nuestro México. Por cierto, nada con exceso, todo con medida…es probete…

Hasta la fecha no he tenido oportunidad de conocer Tequila (el pueblo, por supuesto) pero espero hacerlo pronto. Son ya varias las invitaciones que caen en mi buzón y no pienso desaprovecharlas; nomás es cuestión de que la agenda se acomode y por allá estaremos prestos y dispuestos para visitar a los ingenieros Antonio Álvarez Escalera y Víctor Barba Arellano y hacerle los honores con unos cuantos caballitos debidamente acompañados por su sangrita y su limón.

Ahora, déjeme compartirle qué ofrece Tequila, Jalisco a los visitantes y al mundo entero.

Orgulloso productor de la mundialmente afamada bebida espirituosa que lleva su nombre, Tequila es magia que se vive en sus azulados paisajes de agave, en sus calles y templos plagados de historia. Lugar donde todos los sentidos se ven halagados a través de sutiles sabores u olores, vivas festividades y tradiciones que invitan a regresar.

Tequila, "lugar en que se corta" o "lugar de tributos", se ubica a menos de 60 km de la ciudad de Guadalajara, en la región centro-norte del estado de Jalisco. De agradable clima cálido y semiseco, su temperatura media anual es de 23°C. Fue habitado originalmente por tribus chichimecas, otomíes, toltecas y nahuatlacas hasta que en 1530 fue conquistada por los españoles.

Recorrer sus calles es internarse en las leyendas y cautivarse con su cultura y naturaleza. En el centro del pueblo vale la pena visitar el Templo de Santiago Apóstol, maravillosa edificación en piedra del siglo XVII, que refleja los atardeceres en su fachada. Destaca su interesante retablo principal de estilo neoclásico, los querubines y columnas dóricas que adornan su fachada y la estatua de Santo Toribio Romo en su atrio.

Otro gran sitio de interés que no debe perderse, es el Santuario de la Santa Cruz, ubicado en lo alto de una colina, este antiguo santuario remodelado, es punto de encuentro de los devotos que con rituales y danzas autóctonas, acuden cada 3 de mayo a celebrar a la Santa Cruz. Desde ahí, la vista de Tequila resulta impresionante.

Un sitio excelente para pasar el día es la Barranca de Tequila, lugar maravilloso que no se queda atrás en la espectacularidad de su vista, ahí, tomar un baño de aguas de manantial es todo un placer. Entre la naturaleza de esta barranca se encuentra el Templo de Santo Toribio Romo edificado en el sitio donde fue torturado este mártir durante la sangrienta guerra cristera, que en esta región persiguió a los sacerdotes con mayor ahínco.

El encuentro con este Pueblo Mágico se puede completar visitando la Capilla de los Desamparados de 1536. Este sitio destaca por ser el primer centro evangelizador de la región por iniciativa de Fray Juan de Calero, quien murió tras la insurrección indígena de 1541.

Estar en Tequila sin descubrir los secretos que esconde la mítica bebida que ha vuelto famosa a la región, es no conocerla, se recomienda visitar el Museo Nacional del Tequila. Alojado en una casona del siglo XIX, el museo recorre el proceso de elaboración de la bebida desde la época prehispánica hasta nuestros días. Sorprende la extensa y variada colección de botellas de tequila que exhibe, dentro de las que destaca la botella de tequila más grande del mundo.

Es tal la pasión por dicha bebida que se ha vuelto en algunos, una tradición familiar muy arraigada, de ello da cuenta el Museo Recinto Javier Sauza Mora. Antigua casa de la familia Sauza, célebre por la fabricación y promoción del tequila. Su valor radica en que conserva algunos muebles originales, reconocimientos y un interesante mural con la historia de la elaboración del tequila.

Gran parte de la producción artesanal de Tequila gira en torno a su famosa bebida por lo que es común encontrar castañas y barrilitos hechos a base de madera procedente del roble "palo colorado". También se encuentran ánforas forradas y grabadas en piel de cerdo, piezas en barro como cántaros y jarros de la región, algunos, provenientes de otras partes de Jalisco. Los talleres talabarteros ofrecen artículos de piel como huaraches y cinturones.

El típico sabor jalisciense se expresa de modo especial en la cocina de Tequila. Delicias como la jugosa birria o el clásico pozole, son manjares que uno no puede dejar de probar. También hay ricas enchiladas y mariscos preparados en diferentes recetas locales. Todo ello acompañado, por supuesto, de un buen caballito de tequila, ya sea blanco, joven, reposado, añejo o extra añejo, según el gusto

Las zonas cercanas al pueblo de Tequila ofrecen excelentes atractivos al visitante, uno de ellos es el paisaje agavero, declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO en 2006.
Un lugar obligado para los amantes de la naturaleza es el Volcán de Tequila. Gran coloso inactivo rodeado de bosque con especies como el pino, encino y palo colorado, desde donde se pueden avistar los valles de Tequila y Atemajac, pues tiene una altitud cercana a los 3,000 msnm. En el cráter se puede practicar el paracaidismo (sky-diving).

A 62 km de Tequila, en la población de Teuchitlán, se halla la Presa La Vega, hermoso cuerpo de agua donde se puede pescar lobina, bagre, carpa y tilapia, o comer en alguno de los restaurantes donde se preparan deliciosos mariscos.

Después de conocer un poco de Tequila, pudiéramos pensar que Sombrerete no ofrece actualmente una bebida que sea denominación de origen, pero… ¿por qué no pensar que en un futuro cercano se pudiera producir algún alimento o bebida típica de nuestra región y comercializarla a nivel nacional e incluso a nivel internacional?...de que se puede, ¡se puede!

Este reto de convertirnos en Pueblo Mágico es en sí un reto de superación para cada uno de nosotros. Estamos ante la gran oportunidad de aprovechar nuestra imaginación, nuestra creatividad, nuestra inteligencia y nuestro talento para crear un producto o un servicio que satisfaga a nuestros visitantes y con ello contribuir a hacer de Sombrerete un lugar ideal para el turismo. De mi se acuerda.


Yo escribo y usted me lee; gracias por eso.
Alonso Salas Ochoa.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Sombrerete esta listo para ser Pueblo Magico. Visita mi Blog.